martes, 10 de mayo de 2011

EL PUEBLO…¿SABE LO QUE VOTA?



Desde que tengo uso de razón, las frases que utilizan por repetición, por décadas, pierden sentido cuando se razonan con una pizca de coherencia. Ahora el interrogante lo propongo alrededor de esa frase de ocasión que está siempre a flor de labios de los “políticos” también ocasionales:  “el pueblo nunca se equivoca” o “el pueblo siempre tiene razón”. Como es de imaginar, enunciado que se difunde cuando esa “razón” va para quien aún actuando en contra de los intereses del “soberano”, recibe sus favores.
Frase de cabecera de los más cultos demócratas de la política local y de más allá también. Típica utilización de conjugación de palabras “tomadas” en los puños de los más sucios gobernantes que hemos tenido en el transcurso del bicentenario nacional. Aunque podríamos dar decenas de ejemplos, y la tentación de algunos casos es casi imposible de evitar, les abro la puerta más fácil, para debatir: ¿quiénes nos gobernaron en los últimos años en nuestro distrito?.

Del qué dirán y de los dires y diretes que en cualquier esquina somos capaces de afirmar, sólo me viene la primera frase común, apenas se conoce quién venció en una elección: “yo no lo voté”... ¿Alguna vez alguien no la escuchó? Clásica afirmación de un típico “vivo criollo” nacional; pero como estamos en el “interior” nos queda justo como anillo al dedo, ¿no?.
Rotunda a la hora de sacarnos el lazo y la responsabilidad que nos compete como Pueblo. Las propuestas, los arreglos y desarreglos que se hacen en bares, cafés, restaurantes, sobremesas familiares y no tanto, etc., serían infinitas si hiciéramos una lista de hechos supuestamente reales, pero que a la hora de acompañar una decisión importante desde el compromiso de ser un integrante de la comunicad, esos mismos hacen la vista gorda.
Todos tenemos a nuestro alrededor alguno de estos “intelectuales” de las reuniones, que son capaces de esbozar las más exageradas barbaridades. Cansados de formular frases y comentarios sin sentido por el solo hecho de repetirlas como las escuchan desde hace tiempo.
Hay una oración que generó esta columna de opinión. Pero lo interesante es traerla a nuestro patio y profundizarla, aquí en nuestro municipio.
Con el hecho de que la memoria pareciera que tiene un corto recorrido, las “confusiones” del voto del pueblo han sido “murmuradas” por nuestros intelectuales de reuniones hasta en tono burlón, pero solo señalando con el dedo a espaldas del protagonista; y así han dejado que siga el “Viva la Pepa!” en Los Toldos y alrededores.
Número irrisorio de ingreso de ¿turistas? al “destino Los Toldos”, sin embargo sigue siendo un interesante curro para el Srio. de Turismo local; Secretario de Seguridad municipal capaz de salir a los tiros por la ventana de la casa poniendo en peligro a quienes transitaban a esa hora por el lugar, en especial los chicos que salían de las confiterías; y todo porque un ebrio le “pateó” la puerta. ¿Qué hubiese pasado si en vez, le daba una patada en el orto? Seguimos. Titular del área de la “producción”(¡?) de la ingestión Bartolera, sale a comprar “producción” para justificar los ” emprendimientos” (¿dónde están?), en tanto que realiza sus proyectos propios con la utilización de mano de obra pública. El manoseo constante a los empleados municipales a través de la transa permanente del sindicato con el ejecutivo de turno. Presupuestos altísimos de números artísticos que actúan en nuestras fiestas populares, mirados con desinterés por la ciudadanía, con la sospecha de que el sobreprecio lo tragan unos pocos.
Desigualdad a la hora de tomar decisiones sobre el tránsito pesado: en algunas zonas exclusivas no se puede transitar más por la presión de las billeteras sojeras (¿contribuyentes?). La atención de la salud mediatiza con anuncios rimbombantes de equipos cuasi obsoletos o usados. La constante fumigación de los barrios periféricos de la planta urbana, hecho ignorado por la Secretaría de “medio ambiente”. La sospecha esparcida soto voce respecto a la facturación dibujada que parte desde la oficina de prensa… Y una lista que podríamos ampliar hasta el cansancio.
Pero el motivo es otro, o lo mismo pero mirado desde otro aspecto: el Pueblo ¿mira para otro lado o se desentiende para no comprometerse?. Y nuestra mayor inquietud…¿el Pueblo SABE lo que vota?. Pues la primera será: sabe lo que quiere, pero es engañado. Rápidamente surge otra: ¿cuántas veces uno puede ser engañado? Porque hasta el momento siempre son los mismos que aparecen en la escena política y se camuflan en el partido aquél o en el movimiento de allá, para “sumarse” a algún “espacio” o “proyecto”, sin escrúpulos de cruzarse para la vereda que sea cada vez que les “brota” la “vocación de servicio”.
Desde el coqueteo de Bartolo para aliarse a las filas de Felipe Solá y todo su arsenal de seguridad tan promocionado por los medios de la derecha, hasta la vergonzosa claudicación del propio intendente a la hora de actuar en relación al tema de la resolución 125 para que los sojeros paguen impuestos. Desde el enroque permanente de funcionarios municipales hacia la Cooperativa eléctrica y viceversa, hasta el peregrinar lamentable del dúo Coqui-Tony por encontrar un agujero donde guarecerse. Hay centenares de hechos puntuales para afirmar que el Pueblo no se puede confundir más el día en que debe elegir a quiénes ocuparán  cargos gubernamentales, porque lo que viene después es irreparable y flaco es el consuelo de que cada dos años votás. No se puede pifiar más, cuando uno encara para las urnas. El ciudadano no puede tomar más a la política y la vida democrática solo en serio el día electoral, y salir a dar la “vuelta del perro” tras el triunfo en las urnas como si fuese un partido de fútbol.
Si pensamos así, tan tibiamente y despreocupados, nos van a seguir manoseando…y un día la vamos a tener tan adentro que va a ser tarde cualquier tipo de reacción.
Algunos estamos ocupándonos. Otros continúan intelectualizando alrededor del mate…

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